Tercera parte de la trilogía:

Los fantasmas del Tabor

De la colección: Historias de Tomás y María

domingo, 24 de octubre de 2010

CAPÍTULO 4, EL PRIMER FRACASO

.

No sé cómo tienes configurada la pantalla, pero si puedes ver 5 o más pájaros volando en la parte alta, podrás ver que en el margen derecho (tu derecha) están las distintas entradas que corresponden a los 16 capítulos y la introducción. Para acceder a cualquiera de ellos sólo tienes que hacer clic en el capítulo que te interese. No olvides la introducción. El capítulo 1 está en septiembre.



Eloy tenía muy claro dónde y cuándo se habían inventado los hologramas, así que marcó las coordenadas temporales en el panel de control y, elevando su nave, saltó cien años atrás. El desplazamiento en el espacio no tuvo que ser tan grande, ya que el profesor C. García, inventor de los hologramas, tenía su laboratorio en Híspalis. Hubiese sido muy fácil matarlo y destruir su laboratorio, pero él no era un asesino. Además, entre las normas que había convenido con su esposa, estaba la de no matar a nadie. Decidió hablar con el profesor, aunque sin salir de la nave, esa era también una de las normas fundamentales que se había impuesto como medida de seguridad. Se presentó en forma de holograma que se plantó ante la puerta del laboratorio y gritó pidiendo que le abriesen.

־ ¡Profesor García, profesor García!

Unos segundos más tarde abrió la puerta una hermosa mujer. Eloy le preguntó por el profesor C. García y ella le contestó que su nombre era Carmen García y que seguramente era la persona a la que él buscaba, ya que efectivamente era profesora y allí no había ningún profesor que llevase su apellido. Eloy la puso al corriente de lo que iba a suceder y trató de convencerla para que abandonase sus trabajos, pero ella no tenía ninguna prueba de que Eloy estuviese diciendo la verdad, además el hecho de que se presentase en forma de holograma le garantizaba que su trabajos iban a tener éxito y le animaba, más aún, a seguir en su empeño. Dijo a Eloy que la solución no era impedir el descubrimiento de los hologramas sino evitar su uso inadecuado. Eloy le pidió que reconsiderase su postura porque si no le dejaba otra salida, tendría que matarla. Aunque estaba seguro de que eliminarla podría ser la forma más sencilla de solucionar el problema, su advertencia no era más que una amenaza, que por supuesto no pensaba cumplir, pero para demostrarle que podía hacerlo, lanzó un rayo láser sobre una maceta que había junto a la puerta, destruyéndola por completo. La profesora, cayó al suelo aturdida por la explosión, y le dijo:

־ De nada te serviría matarme, porque mi descubrimiento se ha publicado hace un año.

Después, se cubrió la cara con las manos pensando que él iba a volver a disparar. Entonces Eloy vio el anillo que ella llevaba y pudo comprobar que era el mismo que siempre llevaba su esposa, es decir que la profesora era una antepasada de Carmen, concretamente una de sus tatarabuelas. No podía matarla porque entonces nunca llegaría a nacer su esposa, así que decidió saltar un año más atrás. Una vez allí, trataría de impedir la publicación del descubrimiento y sabotear el laboratorio para que los hologramas nunca llegaran a desarrollarse.

Ofuscado y contrariado porque sus planes no salían como él tenía previsto, Eloy situó las coordenadas para saltar un año más atrás, pero no se dio cuenta de que en el momento del salto pasaba, cerca del laboratorio, un tren de levitación magnética, y el campo producido por éste provocó una interferencia en los controles de la nave, que la iba a hacer llegar a un tiempo muy anterior al previsto. Cuando Eloy llegó a lo que él creía un año atrás, pudo observar con desagradable sorpresa, que en lugar de la línea por donde había pasado el tren de levitación magnética, había una primitiva línea de ferrocarril, por la que circulaba una antigua, aunque por otro lado muy nueva, locomotora de vapor. Se dio cuenta entonces de que su plan había fallado y ya no podía hacer nada por salvar al mundo donde él había vivido, y donde todavía vivía su esposa, de ser destruido por una guerra nuclear. Deprimido por el fracaso decidió descansar y meditar tranquilamente sobre su situación durante unos días antes de dar ningún otro paso. No le seducía la idea de integrarse en un mundo completamente extraño, aunque por otro lado le hubiese resultado muy fácil, ya que el idioma que se hablaba en esa época era un punto intermedio entre el latín primitivo, que él había estudiado concienzudamente y por tanto dominaba a la perfección, y el latín que se hablaba en 1936. Además la posesión de un arma tan poderosa como el Ave Fénix le hubiese permitido convertirse en el soberano de las gentes de esa época, pero él no se sentía tentado por el poder, ni mucho menos por la riqueza. Él quería salvar al mundo de la destrucción pero no tenía ningún deseo de dominarlo. Su única ambición era poder vivir de una forma tranquila junto a su mujer. Tampoco le atraía la idea de convertirse en un turista de la historia y deambular con su nave dando saltos hacia el pasado. Por supuesto que no iba a abandonar la lucha por conseguir que su nave le llevase de vuelta al futuro, pero tenía que hacer algo para que su viaje al futuro no le llevase a un mundo destruido por una guerra atómica. Tenía muy claro que él no era un asesino, pero en la tormenta de ideas que bullía en su cerebro, tomaba cada vez más fuerza la de evitar el desarrollo de la energía nuclear incidiendo sobre aquello que había hecho posible el avance tecnológico de la humanidad, es decir, sobre Jesús, ya que él había sido el que había hecho posible la paz entre los hombres, y esa ausencia de guerras era la que había propiciado el progreso científico y tecnológico. Tal vez no fuese necesario eliminar de la historia a alguien que tanto beneficio iba a traer a la humanidad. Quizás fuese suficiente advertirlo del peligro que iba a suponer, en el futuro, el descubrimiento de los hologramas. Eso podría ser bastante para que él tomase las medidas adecuadas para defenderse.

Decidió viajar a la época en que había vivido Jesús. Sabía que él había celebrado la pascua en Jerusalén cuando tenía treinta y tres años, y eligió ese momento y ese lugar para encontrarlo. Los libros de historia reflejaban esa fecha porque fue entonces cuando Jesús, gracias a la oportuna intervención de su padre, se libró de morir apuñalado por un sicario al que habían contratado sus enemigos. Escudriñó las calles y plazas de Jerusalén, intentando encontrar un grupo de personas que estuviesen escuchando a Jesús, pero no tuvo suerte. Estaba cansado de buscar, cuando de pronto vio a un hombre que corría por una calle. Al llegar a una plaza, Eloy pudo verlo con claridad. Tenía la barba canosa y largo cabello blanco y se parecía mucho a las imágenes que él había visto de Jesús, pero evidentemente era un hombre de más de cincuenta años, y Eloy estaba seguro de no haberse equivocado al fijar las coordenadas. De todas formas, Eloy decidió presentarse ante aquel hombre, y por supuesto lo hizo en forma de holograma, y lo llamó Jesús. Aquel hombre, que estaba jadeando, se detuvo un momento y miró a Eloy con sorpresa. Luego intentó seguir su camino, pero Eloy volvió a hablarle preguntándole abiertamente si era Jesús, pero aquel hombre, que evidentemente no entendía el latín, le contestó en un idioma ininteligible para Eloy, y siguió su camino corriendo desesperadamente. Después de un día de intenso trabajo intentando, sin éxito, contactar con Jesús para comunicarle sus ideas, estaba cansado y deprimido. . Una tormenta de ideas azotaba su mente y cada vez tomaba más fuerza la idea de eliminar definitivamente a Jesús, o incluso la de matar a la madre de Jesús antes de que llegara a concebirlo, para de esa forma evitar su nacimiento. El cansancio ofuscaba su mente y le hacía tomar decisiones erróneas, tanto que llegó a convencerse de que eliminar a María iba a ser la única salida. Fijó, en el panel de control, las coordenadas para viajar a esa época, y se desplazó treinta y cinco años atrás, y viajó a Nazaret, ya que según la tradición, allí había sido concebido Jesús. Era un pueblo pequeño donde no le resultaría difícil encontrarla. Antes de dormirse proyectó la imagen holográfica de Carmen para irse a la cama y, como todas las noches, contemplarla mientras se iba quedando dormido. Esto le ayudaba a relajarse y recapacitar para tomar decisiones sobre lo que iba a hacer el día siguiente. Se quedó dormido contemplando la imagen de Carmen y esa noche soñó con ella. En su sueño su esposa le decía:

־ “Tú no eres un asesino, no debes matar a nadie, además no sabes cuales serían las consecuencias de esa actuación, podría ser peor el remedio que la enfermedad”.

A Carmen se le ocurrió la idea de que intentara contactar con un recaudador de impuestos, ya que ellos deberían conocer el latín para poder entenderse con los romanos. El recaudador podría servirle de intérprete, para conversar con María y advertirle del peligro que iba a suponer para su hijo el descubrimiento de los hologramas.

Al despertar contactó con el publicano que recaudaba los impuestos en Nazaret. Le preguntó por Joaquín y Ana, los padres de María. El recaudador le dijo que esa familia no vivía en Nazaret, pero que en la costa del mar de Galilea, en un lugar llamado Magdala, había unas personas llamadas así, a las que él conocía porque precisamente eran los vecinos del recaudador de aquel pueblo.



CÓMO SE HIZO LA NOVELA
LA HISTORIA DE ELOY
CAPÍTULO 4


Cuando Tomás y María se plantearon la redacción de este capítulo, tenían dos alternativas: que Eloy consiguiese el objetivo que se había propuesto o que fracasase en su intento de salvar al mundo.

Con la primera opción, se habría conseguido un rápido y bonito final feliz de la novela, pero Tomás y María, querían seguir inventando nuevas aventuras y escribiéndolas, y para ello no tenían más remedio que hacer fracasar a Eloy. Los lectores y el público, en caso de obras de teatro o películas, pueden admitir que el protagonista de la obra posea cualidades sobrenaturales, que vuele, que tenga vista de rayos X o que pueda viajar por el tiempo. Incluso disfrutan cuando se dan estos casos, y prueba de ello son la cantidad de obras que han tenido éxito gracias a esto, pero no suelen aceptar que el desarrollo de la narración carezca de lógica.

- Lo lógico -dijo Tomás-, sería que Eloy, tras fracasar en su intento por frenar el desarrollo de los hologramas, intentase evitar el avance de la energía nuclear, pero si tuviese éxito significaría el final de la novela, y eso no es lo que queremos.

- Pero tampoco quisiera que nuestro protagonista fuese un coleccionista de fracasos.

- Por eso haremos que el fracaso de Eloy no se deba a un error suyo, sino a un accidente debido a una interferencia externa ajena a su voluntad. Un campo producido por un tren de levitación magnética.

- Y ¿qué es un tren de levitación magnética?

- Un tren de levitación magnética, o maglev, es un tren suspendido en el aire por encima de una vía, siendo propulsado hacia adelante por medio de las fuerzas repulsivas y atractivas del magnetismo. La ausencia de contacto físico entre el carril y el tren hace que la única fricción sea la del aire. Por consiguiente, los trenes maglev pueden viajar a muy altas velocidades con un bajo nivel de ruido, pudiéndose llegar a alcanzar 650 km/h. Estas altas velocidades hacen que los maglev se conviertan en competidores directos del transporte aéreo. Como inconveniente, destaca el altísimo coste de la infraestructura necesaria para la vía y el sistema eléctrico, lo que ha limitado su uso comercial. Debido a que en la fuerza electromagnética el principal factor de diseño, y también del consumo, es el peso del tren, esta tecnología no es aplicable hoy al transporte de mercancías, lo cual limita enormemente el uso de la carísima infraestructura.

- ¿A qué tiempo y qué lugar llegaría el Ave Fénix después de ese accidente?

- Eso es lo de menos. En todas las novelas de aventuras, hay capítulos que son necesarios para conectar una aventura con otra, pero que sólo sirven como puente entre ellas.

- Si seguimos el orden lógico, después de los hologramas y la energía nuclear, Eloy debería ir en busca de Jesús.

- Eso es lo que hará pero va a encontrarse con la barrera del idioma. Es lógico que Eloy conozca el latín antiguo, pero Jesús es un carpintero de Galilea, y no va a poder entenderse con él. Se me antoja que este desencuentro entre dos personas que no pueden comunicarse, por hablar idiomas distintos, podría convertirse en el episodio de las tentaciones de Jesús, narradas por Mateo en el capítulo 4 de su evangelio. ¿Te lo imaginas?

Tomás leyó a María el citado episodio y luego le relató cómo podría haber sido el encuentro entre Jesús y Eloy.

“Eloy retrocedió varias semanas para buscar a Jesús en Galilea. Se encontró con Jesús en el desierto, pero Jesús no hablaba latín y a Eloy le resultaba muy difícil comunicarse con él. Intentó comunicarse mediante imágenes holográficas, y le mostró algunos alimentos que llevaba en su nave intentando compartir con él su comida y así empezar a ganarse su confianza, pero Jesús que estaba ayunando pensó que aquello era una tentación para que abandonase el ayuno. Luego proyectando su propia imagen, Eloy lo invitó a subir a la nave, cosa a la que Jesús accedió. Lo llevó a Jerusalén, a la parte más alta del Templo, pensando que quedaría impresionado y aceptaría acercarse a él e intentar comunicarse, pero Jesús le hablaba de forma muy clara, y aunque Eloy no podía entenderlo, notaba una actitud de desaprobación y rechazo. Volvió a llevarlo al desierto y tras intentar, en vano, comunicarse con él de todas las formas que se le ocurrían, lo abandonó.”

- No está mal, pero no veo la forma de conectarlo con el resto de la aventura. Me parece mejor, dejar este capítulo como puente, y hacer participar a Eloy en algunas de las muchas aventuras que se narran en la llamada “Historia Sagrada”.

viernes, 15 de octubre de 2010

CAPÍTULO 3, EL PRIMER SALTO ATRÁS

.

No sé cómo tienes configurada la pantalla, pero si puedes ver 5 o más pájaros volando en la parte alta, podrás ver que en el margen derecho (tu derecha) están las distintas entradas que corresponden a los 16 capítulos y la introducción. Para acceder a cualquiera de ellos sólo tienes que hacer clic en el capítulo que te interese. No olvides la introducción. El capítulo 1 está en septiembre.



Carmen se llevó las manos a la cara, horrorizada y llena de dolor por la pérdida del ser a quien más quería. Sintió deseos de correr hacia la furgoneta y matar con sus manos al hombre que había disparado, pero a pesar de que las lágrimas inundaban sus ojos y casi le nublaban por completo la visión, pudo ver como era la furgoneta la que se ponía en marcha y se dirigía hacia el lugar donde ella estaba. Entró en la casa, cerró la puerta y se dirigió a la caja fuerte. Al abrirla vio un tocho de papeles y una pistola. Carmen se extrañó de ver aquel arma porque su marido era un hombre pacífico, pero en cambio ella había tenido que aprender a manejarlas como parte de su formación de piloto, así que la empuñó sin vacilaciones.

Carmen se asomó a la ventana y pudo ver cómo la furgoneta paraba frente a su casa y de ella se bajaban dos hombres. Le hubiese gustado matar al que disparó el misil contra su marido, pero no podía saber cual de los dos había sido, además su conciencia no le permitía tomarse la justicia por su mano, pero era evidente que aquellos hombres, que acababan de matar a su marido, no venían precisamente a felicitarla por su onomástica, así que apuntó la pistola sobre uno de ellos y la disparó alcanzándolo en el hombro izquierdo. Mientras el herido caía al suelo, el otro se volvió hacia el vehículo para intentar parapetarse. Carmen hizo un segundo disparo, pero esta vez la bala no alcanzó su objetivo sino que incidió sobre el faro derecho de la furgoneta haciéndolo saltar en mil pedazos. Antes de que Carmen pudiese volver a disparar, el individuo había logrado ponerse a salvo y entraba en la furgoneta por la puerta trasera. Unos segundos más tarde salía de ella y apuntaba a la casa con el tubo lanzamisiles cargado y dispuesto para disparar contra Carmen. El herido, que se arrastraba hacia la furgoneta, le gritó: “¡¡La necesitamos viva!!”. Entonces el que apuntaba conminó a Carmen para que se rindiese.

־ ¡Tira el arma y sal con los brazos en alto!

־ ¡De acuerdo, pero no disparen!

En ese momento, el hombre que apuntaba con el lanzamisiles, se adelantó para ayudar a su compañero, quedando al descubierto por un instante. Hasta aquel día, Carmen nunca había disparado contra un ser humano. Su enemigo habitual era el fuego, pero ella sabía muy bien que al enemigo había que combatirlo lo antes posible y sin darle oportunidad para que ganase posiciones, así que cuando vio que su enemigo apartaba la mirada de ella y se inclinaba sobre su compañero para ayudarlo, disparó su arma alcanzándolo en el hombro derecho. Éste, al sentir el impacto, apretó el disparador del lanzamisiles, con lo que hizo que el misil impactase sobre el suelo entre él y su compañero.

La explosión hizo saltar más de diez metros a la furgoneta y rompió los cristales de la ventana donde estaba Carmen, que afortunadamente salió ilesa, pero sus atacantes desaparecieron en la explosión. Como la casa de Carmen no era visible desde las viviendas de sus vecinos, nadie vio lo que pasó, pero era seguro que todos habrían oído la explosión y que más de uno iba a llamar a la policía. Carmen pensó que también ella debería llamar a la policía para evitar sospechas, pero no podía perder tiempo, ya que, antes de que llegasen, debía eliminar el documento que estaba en la caja fuerte. Tal vez sería mejor que ella no llamase, así tendría más tiempo y siempre podría decir que había quedado aturdida por la explosión. Sacó el tocho de papeles que estaba en la caja fuerte y lo colocó sobre una bandeja de acero inoxidable, luego la puso dentro de la bañera y lo roció con alcohol. Encendió una cerilla y la arrojó sobre la bañera. Una gran llamarada azul se levantó hasta asomar por los bordes de la tina, para rápidamente venirse abajo y quedar solo unos centímetros por encima del documento, que en su primera página tenía un dibujo de la nave y la siguiente inscripción: “El ave fénix puede aparecer y desaparecer, renace de sus cenizas, es inmortal y domina el fuego”. Las llamas azules del alcohol iban dando paso a otras rojas y amarillas que indicaban que el papel estaba empezando a quemarse. Los bordes empezaban a ennegrecerse y a curvarse sobre sí mismos al arder. De repente pudo ver cómo la primera página, que estaba casi quemada, desapareció de forma instantánea dejando visible a la página siguiente. No podía comprender cómo había pasado eso, pero tampoco tenía tiempo para ponerse a reflexionar sobre ello, así que cogió la pistola y los casquillos de las tres balas que había disparado y, tras meterlas en una bolsa de plástico, lo enterró todo en el jardín de la parte trasera de la casa, entre unos macizos de flores. Eso sería suficiente para evitar que lo encontraran si es que hacían un registro de la casa, y al día siguiente tendría tiempo de hacerlo desaparecer desarmando la pistola y arrojando sus piezas en distintos puntos del río. Cuando volvió a la casa, el tocho de papeles había ardido por completo. Tomó una toalla para no quemarse las manos y sacó la bandeja de la bañera. Al volverse vio una hoja de papel que estaba apoyada sobre el espejo y sujetada por un bote de colonia. Era la primera página del documento que ella acababa de quemar, la que, unos minutos antes, había desaparecido misteriosamente ante sus ojos. Se veía claramente que había sido arrancada, y con la letra de su marido estaba escrita la siguiente frase: “Conseguí escapar del misil volviendo atrás en el tiempo, han sido sólo unas horas, pero me ha servido para salvar la vida y para comprobar que la nave funciona. Ahora sé que podré cumplir mi misión, después intentaré reunirme contigo en el futuro, pero recuerda que sea cual sea el tiempo en que me encuentre, seguiré siempre enamorado de ti”.

Había también una posdata que decía: “No olvides destruir también esta página”.

Carmen rompió esta página y la arrojó, junto con las cenizas, al inodoro.

Justo antes de que el misil alcanzara la posición de la nave, Eloy había logrado que el Ave Fénix saltara al pasado. El calor generado por este salto atrás provocó la explosión del misil, dando la sensación de que había alcanzado su objetivo. Eloy había retrocedido ocho horas y, contraviniendo sus propias normas, salió de la nave para arrancar la primera hoja del documento y poder dejar a su esposa un mensaje de esperanza.


CÓMO SE HIZO LA NOVELA
LA HISTORIA DE ELOY
CAPÍTULO 3


Al llegar las vacaciones, María estaba deseando continuar la aventura que su padre y ella habían comenzado a escribir hacía un año. Lo primero que hizo fue pregunta a su padre si se le había ocurrido alguna idea para salvar Eloy de la explosión del misil.

- ¿Cómo vamos a hacer para salvar a Eloy?

- Antes tendremos que pensar en la forma de salvar a Carmen, porque los que han atentado contra su marido son unos asesinos profesionales, y no querrán dejar libre a ningún testigo de sus fechorías.

- Me ha parecido bien la forma en que ella se ha salvado, pero ¿por qué tenía que saber manejar una pistola si vivía en un mundo de paz?

- Esa es una buena pregunta, pero en primer lugar debes recordar que desde hacía algunos años su mundo había dejado de ser pacífico, pero además, un piloto puede verse obligado a hacer un aterrizaje forzoso o incluso a abandonar su aparato lanzándose en paracaídas y, en esos casos, podría tener que usarla para defenderse del ataque de algún animal salvaje.

- Si se ha entrenado para disparar una pistola, ¿por qué falla cuando dispara contra sus enemigos?

- En las películas, estamos acostumbrados a ver cómo “el bueno” es capaz de escapar ileso de una lluvia de disparos lanzados por sus enemigos, mientras que él los elimina usando un solo disparo contra cada uno. Pero yo quisiera que los personajes de nuestra aventura fuesen lo más reales posible, aunque vivan en un mundo irreal. Por otro lado, para una buena persona, como es Carmen, debe ser muy difícil matar, a sangre fría, a un ser humano. Pero dejaremos que sea cada lector el que decida si Carmen falla, o no, al disparar. De lo contrario, entraríamos a debatir el tema de la defensa propia, y creo que no debemos hacerlo, al menos en este capítulo.

- De acuerdo, dejemos ese tema y volvamos a la forma en que salvas a Eloy. Tú has dicho alguna vez, que viajar al pasado es imposible. ¿Por qué lo permitimos en nuestra aventura?

- Lo que yo he dicho es que el viaje en el tiempo es una posibilidad teórica, condicionada a la posibilidad de desplazarse a la velocidad de la luz, lo que hoy por hoy es imposible. En todo caso sólo se podría viajar al futuro, pero no al pasado. Pero renunciar a esta posibilidad en la ficción, sería renunciar a un mayor entretenimiento del lector. Por eso los viajes en el tiempo aparecen en tantas novelas y películas, sin que nadie se haya quejado de ello. Afortunadamente, hemos podido ver, al final de este capítulo, que el Ave Fénix no sólo no se destruyó sino que ha logrado viajar al pasado, sin lo cual no sería posible continuar nuestra novela.

jueves, 7 de octubre de 2010

CAPÍTULO 2, EL AVE FÉNIX

.
No sé cómo tienes configurada la pantalla, pero si puedes ver 5 o más pájaros volando en la parte alta, podrás ver que en el margen derecho (tu derecha) están las distintas entradas que corresponden a los 16 capítulos y la introducción. Para acceder a cualquiera de ellos sólo tienes que hacer clic en el capítulo que te interese. No olvides la introducción. El capítulo 1 está en septiembre.


Carmen no podía dar crédito a lo que había visto y oído, pero decidió hacer caso a lo que le pedía su marido, aunque se hubiese presentado ante ella como un fantasma. Cuando el otro avión se situó en posición para observar el ala izquierda del que pilotaba Carmen, la luz había desaparecido. Los radares indicaban que aquel objeto, estático hasta entonces, se movía ahora con gran velocidad alejándose de la ruta de la escuadrilla, así que Carmen dijo a sus compañeros que la luz debía deberse a un extraño reflejo. Por supuesto, no comentó que había visto y oído a su marido, y, como no tenía sentido perseguir a un objeto que se movía a una velocidad muy superior a la alcanzable por sus aviones, todos regresaron a la base, donde se limitaron a añadir en el informe correspondiente a la extinción del incendio forestal, la aparición en los radares de un objeto volador no identificado.

Carmen estaba segura de que había sufrido una alucinación, posiblemente por fatiga, pero por si acaso, cambió sus planes y volvió a casa en lugar de acudir a la de sus padres.

La ciudad estaba rodeada por tres autopistas concéntricas: La primera estaba al borde de la muralla, que aún conservaba la parte romana, construida por Julio César, en el siglo I antes de Cristo, y que había sido ampliada en varias ocasiones para permitir el crecimiento de la ciudad a medida que el meandro del río iba desplazándose hacia el oeste. Esta muralla sirvió para proteger a la ciudad de las grandes avenidas del río Betis, hasta que se construyeron los embalses que domesticaron al río. La segunda, de seis carriles en cada sentido, se encontraba a dos kilómetros de la primera, y entre ambas estaban las viviendas de la mayor parte de la población. Mil metros más alejada del centro de la ciudad, se encontraba la tercera, cuya función era desviar de la ciudad a los vehículos que iban de paso. Entre la segunda y la tercera, se encontraba la gran corona verde, un parque peri urbano de un kilómetro de ancho, poblado de bosques de encinas, alcornoques y pinos, entre los que estaban situadas las piscinas, campos de fútbol y otras muchas instalaciones deportivas para el recreo de los hispalenses.

La casa de Carmen, era un chalet que estaba en las afueras de la ciudad, cerca del tercer anillo de circunvalación, al igual que la base aérea, pero situada en un punto casi diametralmente opuesto a ésta.

Carmen conducía un pequeño vehículo biplaza, que impulsado por sus motores eléctricos, circulaba a cien kilómetros por hora, por la autopista del tercer anillo, y entre los grandes camiones propulsados por motores de hidrógeno, parecía un conejo entre una manada de elefantes. Conectó el piloto automático y llamó a casa de sus padres para decirles que no podría llegar a la hora prevista.

־ ¿Cuánto vas a tardar?

־ No puedo decírtelo con exactitud. Espero que menos de una hora, pero si surgen complicaciones tal vez ni siquiera pueda ir.

־ Sería una pena porque ha venido tu bisabuelo.

־ Puedo hablar con él.

־ Ahora está jugando al golf con tu padre.

El bisabuelo de Carmen tenía noventa años, pero podía moverse con agilidad gracias al uso de un exoesqueleto mecánico, una liviana armadura que sostenía su espalda y abrazaba sus extremidades, a las que movía con pequeños motores eléctricos alimentados por una batería que portaba en una mochila. Para nada era un artilugio pesado ya que no era el hombre quien portaba al exoesqueleto, sino el exoesqueleto el que portaba al hombre.

־ Bueno, intentaré resolver las cosas cuanto antes para poder reunirme con vosotros. Si no, ya te volveré a llamar.

Cuando llegó a su casa, encontró junto a la puerta la misma imagen que, apenas una hora antes, había visto sobre el ala de su avión. Era un holograma de Eloy, su marido.

- ¿Qué es esto?- preguntó sorprendida, pero segura de que la fatiga no era la causa de aquella aparición.

- Se trata del “Ave Fénix”- contestó el holograma de Eloy.

Eloy era ingeniero aeronáutico y había participado en el desarrollo del FF-24, pero los últimos años los había pasado trabajando en un proyecto secreto llamado Ave Fénix, que sólo conocían él y su mujer, o al menos, ella lo creía así, pero ahora iba a comprobar que la parte principal del proyecto había permanecido oculta incluso para ella.

El Ave Fénix era una nave que utilizaba como fuente de energía el Sol y el campo magnético de la Tierra, es decir, unas fuentes inagotables. Era capaz de permanecer estática flotando en el aire y también de navegar por debajo del agua. Estaba construida con una aleación especial que la hacía resistente al fuego y a cualquier tipo de impacto. Era por ello que Carmen creía que se trataba de un arma especial para la lucha contra los incendios forestales, y había apoyado a su marido en la primera etapa de su investigación. Sin embargo, su interés por la investigación cesó cuando su marido dotó a la nave de un sofisticado sistema de captación de imágenes, y reproducción de las mismas a través de hologramas, pues a su parecer, ello retrasaría demasiado la puesta en servicio de lo que podía ser un poderoso instrumento en la lucha contra el fuego, y que ella estaba deseando usar cuanto antes.

- Bien, aquí me tienes, supongo que querrás comunicarme que el Ave Fénix está por fin terminada. Éste es el regalo que me haces por el día de mi onomástica, ¿verdad?

- Efectivamente, quiero hablarte del Ave Fénix. En la caja fuerte tienes una copia en papel del proyecto completo, es decir, con la última fase, que es absolutamente nueva para ti.

- ¿Qué otro accesorio inútil le has puesto a la nave? -contestó Carmen, visiblemente enojada, ya que sabía que ello había retrasado más de un año su utilización.

- Esta nave es capaz de viajar en el tiempo.

La expresión de enfado que había en la cara de Carmen cambió radicalmente, mostrando en un instante sorpresa, incredulidad y, a la vez, una tremenda esperanza de que efectivamente fuese verdad lo que le decía su marido, ya que si la nave pudiese retroceder en el tiempo, aunque fuese sólo una hora, se podrían atacar los incendios en su inicio, haciendo muy fácil su extinción.

- Si realmente funcionase, sería el mejor regalo que me podrías hacer.

- En teoría es capaz de viajar al pasado, pero nunca lo he hecho, porque aún no he resuelto el problema de viajar al futuro, y necesito hacerlo para poder volver al presente.

- No te preocupes, estoy segura de que lograrás resolverlo, pero ¿por qué me has hecho venir a casa? Esto mismo me lo podrías haber dicho en casa de mis padres, y en persona, no a través de un holograma.

- El motivo ha sido que, aunque mi intención inicial era regalarte la copia que está en la caja fuerte, ha surgido algo que me obliga a pedirte que la quemes ahora mismo y destruyas sus cenizas arrojándolas por el inodoro.

- ¿Qué ha ocurrido?

La humanidad había vivido una larga etapa de paz y progreso desde que Jesús anunció su mensaje de amor. La presencia visible de su espíritu entre los hombres había mantenido viva la fe en su palabra, pero el descubrimiento del holograma hizo dudar a la gente, ya que era fácil hacer aparecer imágenes de Jesús promulgando mensajes contradictorios, que podían resultar muy beneficiosos para aquél que los emitía. El periodo de paz terminó y la humanidad se dividió en dos bandos, que mantenían un equilibrio inestable de poder apoyados en el uso, con fines bélicos, de una energía que hasta entonces había proporcionado al ser humano una gran cantidad de beneficios, la energía nuclear.

- Uno de los dos bandos ha descubierto mi proyecto y pretende robármelo.

- ¿Qué podemos hacer para evitarlo?

- Inicialmente pensaba viajar al pasado para tratar de impedir el desarrollo de la energía nuclear, pero eso me iba a resultar muy difícil y nos privaría de los muchos beneficios que se han derivado de esa tecnología, por ello creo que sería más fácil y eficaz impedir el descubrimiento del holograma.

- Pero tendrás que dar un salto de cien años atrás y aún no sabes como volver.

- Ya encontraré la forma, es solo un problema de programación.

- No lo hagas. Es demasiado arriesgado.

- He tomado todas las medidas necesarias para garantizar mi seguridad.

- ¿Cuáles son esas medidas de seguridad que vas a tomar?

- Nunca saldré de la nave que, si fuese preciso, dispone de todo lo necesario para sobrevivir. Su rayo láser me permitirá cazar, y un brazo articulado me permitirá alcanzar las frutas de los árboles, aunque no es mi intención estar demasiado tiempo sin volver al presente.

- ¿Qué harás si al llegar al pasado quedas aprisionado en el interior de alguna edificación que esté ocupando el espacio del que partiste?

- Ya he pensado en ello y por eso he impuesto la condición de estar situado a mil metros de altura en el momento de iniciar un viaje en el tiempo.

- Si actúas sobre los hechos producidos en el pasado, podrías cambiar el presente de forma irreversible.

- Yo pienso que la historia es como un río que corre por su cauce y que cualquier pequeña actuación en un punto de su curso tendrá poca influencia río abajo, e incluso las grandes actuaciones que se realicen en las proximidades de su nacimiento, afectarían muy poco a lo que pase en su desembocadura.

- Son dos teorías opuestas que por supuesto nadie ha podido comprobar, pero por si acaso soy yo la que tiene razón, será mejor que te limites a pequeñas actuaciones. Prométeme que nunca matarás a nadie, ni tampoco salvarás la vida de alguien que esté a punto de morir, aunque te resulte muy sencillo y por muy justo que te parezca.

- No creo que debas preocuparte tanto. Me esconderé durante algún tiempo y, hasta que no encuentre la forma de volver al presente, no realizaré mi viaje al pasado para impedir el descubrimiento de los hologramas. Cuando vuelva, el mundo estará en paz y mi invento será un arma eficaz contra los incendios forestales.

- Cuando vuelvas querría saber todo lo que te haya pasado, así que me gustaría que grabases un diario de a bordo, donde todas las noches registrases los acontecimientos de esa jornada. Yo estaré esperándote, y para que no te olvides, me gustaría que llevases siempre este anillo.

Dijo Carmen, mostrándole una sortija que llevaba siempre y que había pasado de madres a hijas durante varias generaciones de su familia.

- Querría que lo llevases contigo y además querría darte un beso de despedida.

La nave de Eloy salió de la nube que la ocultaba y se acercó para que éste pudiese despedirse de su esposa y alcanzar el anillo que le ofrecía. El Ave Fénix era como un gran tetraedro plateado de unos cinco metros de lado, con una franja transparente de dos metros de altura en la zona central, en la que se podía ver a Eloy pilotando aquel extraño artefacto. Se acercaba lentamente hacia la casa sin hacer ningún tipo de ruido. Un sonido lejano, rompió el silencio reinante hasta aquel momento y, entonces, Carmen vio como se abría la puerta delantera derecha de una furgoneta negra, que se encontraba estacionada a unos doscientos metros de la entrada a su casa, y salía de ella un hombre que rápidamente se dirigió a la parte posterior para abrir el portón trasero. Unos minutos antes, cuando estaba llegando a su casa, se había extrañado de ver aquella furgoneta estacionada en una zona donde no había ningún edificio, pero estaba demasiado confusa por la extraña aparición de su marido y no le dio mayor importancia.
Carmen veía, admirada, como se aproximaba la nave que había construido su marido, pero sin dejar de observar lo que hacía el hombre que había salido de la furgoneta negra y que ahora estaba apuntando a la nave con un tubo como si tratara de verla con un gran catalejo. Trató de advertir a Eloy, pero era demasiado tarde. Una nube de humo salió por la parte trasera del tubo que sostenía aquel hombre, mientras por la boca del tubo salía un proyectil que volaba rápidamente hacia el Ave Fénix.

- ¡Cuidado te han lanzado un misil por estribor!

Eloy miró a su derecha y, al darse cuenta de que iban a derribarlo, inició una brusca maniobra de evasión, acelerando al máximo y elevándose para tratar de evitar la inminente colisión, pero el misil modificaba su trayectoria y perseguía al Ave Fénix acercándose peligrosamente a ella. Carmen pudo ver con horror, como el misil llegaba hasta el lugar donde se encontraba la nave y se producía una gran explosión.




CÓMO SE HIZO LA NOVELA
LA HISTORIA DE ELOY
CAPÍTULO 2


Al llegar las vacaciones de Navidad, la pequeña María estaba deseando escribir otra aventura con su padre. Por supuesto, tendría que ser continuación de la que escribieron en las vacaciones de verano. Allí, la protagonista era una mujer muy parecida a su madre y, al final de la aventura había aparecido el marido de la protagonista que, naturalmente María quería que participase en este segundo capítulo y que se pareciese a su padre.

- En esta aventura tiene que participar el marido de Carmen, y tiene que ser como tú.

- Me parece bien que él participe en la aventura, pero no me parece buena idea el que se parezca a mí. Un escritor que se convierte en personaje de uno de sus libros, corre el riesgo de hacerse protagonista principal y absoluto, olvidándose de los demás y convertirse en el bueno de la historia. Yo pienso que cualquier personaje, como cualquier persona, debe tener actuaciones buenas y malas, acertadas y erróneas, que hay que darles a todos la oportunidad de desarrollarse, expresarse y realizarse.

- Pero se llamará Tomás como tú.

- Ni siquiera dejaré que se llame como yo, y no describiremos sus características físicas, para que cada lector se haga su propia idea.

- Estoy de acuerdo, pero no podemos dejar que cada lector se haga su propia idea respecto a las características de su alma.

- Este personaje va a manejar una máquina del tiempo, y eso conlleva una gran responsabilidad. Si viaja al pasado, cada una de sus actuaciones podría repercutir en la vida de los que ha dejado en el presente, y en su propia vida si es que consigue regresar. La duda estará presente en todas sus decisiones, y hay quien dice que ante la duda lo mejor es abstenerse, pero él no podrá acogerse a esa opción. Se sentirá como alguien que desciende por un río de aguas turbulentas y que constantemente tiene que estar tomando decisiones. Tendrá la seguridad de que algunas de sus decisiones, posiblemente muchas, van a ser erróneas, y a la vez, tendrá la incertidumbre de no saber cuáles han sido las acertadas y cuáles las erróneas. Esta duda permanente supondrá un tormento tan grande para su alma, que no sé si podrá resistirlo. Si no queremos que acabe suicidándose, tendremos que encontrar la forma de librarlo de esa tortura.

- ¿Por qué lo matas al final del capítulo? Es cierto que así lo libraremos de la tortura, pero nos hemos quedado sin un personaje que, en mi opinión debiera ser uno de los principales protagonistas.

- Cuando Eloy dice: “Yo pienso que la historia es como un río que corre por su cauce y que cualquier pequeña actuación en un punto de su curso tendrá poca influencia río abajo, e incluso las grandes actuaciones que se realicen en las proximidades de su nacimiento, afectarían muy poco a lo que pase en su desembocadura”, está intentando librarse de su responsabilidad y, por tanto de su tortura. En cuanto a la forma de acabar el capítulo, creo que nos motivará para empezar la redacción del siguiente. De aquí a las próximas vacaciones pensaremos qué podemos hacer.

- Hay algunas cosas que aparecen en este capítulo, que no entiendo muy bien, y me gustaría que me las explicases. ¿Por qué describes la forma de la ciudad, y por qué mencionas el vehículo eléctrico, los motores de hidrógeno y eso tan raro de exoesqueleto? Y sobre todo ¿qué es un holograma?

- Quiero destacar que, desde que Jesús empezó a predicar su mensaje, la humanidad había vivido un periodo de 1900 años de paz. Por eso las ampliaciones de la muralla eran simplemente para defenderla de las avenidas del río. De hecho la ciudad se llama Híspalis porque ese nombre latino significa sobre palos, y así es como estaba la ciudad cuando llegaron los romanos, ya que, según cuenta la leyenda: Hércules tuvo la idea de construir los edificios sobre palos para que así quedasen a salvo de las inundaciones que se producían en esta zona todos los otoños, pero Julio César quiso construir aquí una ciudad al estilo romano y para ello tuvo que protegerla del río con una muralla. En cuanto al cinturón verde, que rodea la ciudad entre las autopistas dos y tres, y el uso de motores no contaminantes como los eléctricos y los de hidrógeno, son ideas ecologistas que ya están inventadas pero que no se han llegado a desarrollar en nuestro mundo pero que tendrían que existir en un mundo mejor, como es el de nuestra novela. Respecto al exoesqueleto y los hologramas, me gustaría explicártelo cuando hallamos avanzado más en la novela, para entonces habrán pasado varios años y lo podrás comprender mejor.

Ocho años más tarde, cuando María tenía catorce, Tomás se conectaría a INTERNET y le mostraría a María los siguientes artículos.


“25-Octubre-2004: Lokomat, un exoesqueleto para personas con parálisis motriz.
Hasta ahora las personas con parálisis motriz debida a daños en la columna vertebral solo podían desplazarse con sillas de ruedas motorizadas, pero un nuevo dispositivo, llamado Lokomat, podría abrirles unas nuevas puertas a la esperanza.

Este dispositivo es una especie de exoesqueleto que, una vez fijado a las piernas del paciente, le permite desplazarse bípedamente aunque sea a velocidades muy reducidas.

Pero no solo acaba ahí su uso, sino que también sirve para que el paciente ejercite sus piernas, aumentando su masa muscular. Con el Lokomat la rehabilitación se hará mucho menos pesada puesto que reduce la necesidad de tener varios fisioterapeutas que muevan los músculos y piernas de los pacientes ya que de ello se encargará este exoesqueleto automáticamente”.


“Holograma, método de obtener imágenes fotográficas tridimensionales. Las imágenes se crean sin lente alguna, por lo que esta técnica también se denomina fotografía sin lente. Las grabaciones reciben el nombre de hologramas (en griego, holos, 'todo'; gram, 'mensaje'). Los principios teóricos de la holografía fueron desarrollados por el físico británico de origen húngaro Dennis Gabor en 1947. La primera producción real de hologramas tuvo lugar a principios de la década de 1960 una vez disponible el láser. A finales de la década de 1980 se comenzó la fabricación de hologramas en color”.